Fanfic que recrea la juventud y el ascenso de Tywin Lannister al poder. Está basado en la saga de libros "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin, por tanto ni los personajes ni los lugares me pertenecen.

jueves, 13 de junio de 2013

Capítulo 9

JOANNA

“Querida Joanna:

Al fin puedo comunicarte lo que tanto tiempo llevo esperando. Doran tiene una hermana pequeña.

Elia nació hace apenas tres días y está perfectamente. Después de dos embarazos frustrados, esta niña ha vuelto a ilusionarme la vida, aunque es tan pequeña que me da la sensación de que podría romperse en cualquier momento.
Ojalá pueda recuperarme pronto para volver a Desembarco y verte, aunque la situación es mucho más difícil siendo princesa de Dorne.

Espero que todo siga bien en la Fortaleza. Sé que la vida de la realeza tampoco es muy tranquila.

Un abrazo.

Loreza.”

Joanna sonrió al terminar de leer aquella carta. Dobló cuidadosamente el papel y lo guardó en el fondo de su baúl, dónde conservaba  otras cartas anteriores de su amiga.

Loreza se había marchado a Lanza del Sol cuando su padre falleció, meses después de aquel torneo en el que Barristan “el Bravo” había sido nombrado caballero. Desde entonces era la princesa de Dorne. Había regresado a su hogar, junto a su esposo y su hijo, aunque no fue fácil para ella en un principio. Tras dos abortos, la dorniense llegó a pensar que Doran sería su único hijo, pero era evidente que la mujer se había equivocado.

«Elia… es un bonito nombre». A Joanna le habría gustado ver a la hija de su mejor amiga, pero se encontraban muy lejos la una de la otra, y cada una tenía un deber que cumplir.

– Me alegra saber que todo ha ido bien. Ojalá ella estuviera aún con nosotras –comentó Rhaella sonriente.
– Ojalá –murmuró Joanna mientras peinaba el cabello de la princesa.

«Rhaella debe lucir perfecta, es una princesa Targaryen», pensaba Joanna una y otra vez, concentrada en su tarea como si fuera la primera vez que lo hacía.

– ¿Quién creéis que ganará esta vez, Joanna? –Preguntó de repente Rhaella, a la cual ya le estaban anudando el vestido.
– No lo sé, Alteza. Muchos de los aspirantes compitieron la vez anterior, quizás uno de ellos sea el ganador.

Rhaella se miró al espejo y sonrió al oír la respuesta de Joanna: – Supongo que sabréis cuáles son mis preferencias.

La joven Lannister sonrió levemente y asintió, algo que provocó un leve sonrojo en las mejillas de Rhaella. Joanna sabía que aquel afecto que la princesa llegó a profesar por Ser Bonifer era ahora un sentimiento mayor. Ya no era un simple amor inocente entre niños.

– Gracias, está perfecto –dijo Rhaella a sus doncellas una vez terminaron de colocar su vestido–. Podéis retiraros. Joanna, quedaos conmigo, por favor.

Todas las damas de compañía se retiraron salvo ella. Desde la marcha de Loreza, Joanna era, por así decirlo, la única amiga que Rhaella tenía de confianza.

– ¿Puedo ayudaros en algo, Alteza? –Preguntó la Lannister una vez se habían quedado a solas.
– No me tratéis por Alteza ahora, por favor. Necesito hablar con una amiga, no con una de mis damas.
– Está bien –murmuró asintiendo–, ¿de qué se trata?

Rhaella suspiró, incapaz de contestar inmediatamente. Se sentó al borde de la cama, con cuidado de no arrugar su nuevo vestido: – Es algo complicado –dijo al fin, con la mirada perdida y una expresión confusa.

– ¿Se trata de Ser Bonifer? –Preguntó Joanna sin miramientos.
 Sí –musitó la joven Targaryen–. Sabes que va a participar en el torneo, ¿no?
– Así es.
– Temo que cometa alguna locura hoy –Joanna se extrañó al oír aquello.
– ¿Por qué decís eso?
– Él… quiere pedir mi mano… y no sé si lo hará durante el torneo.

La Lannister no pudo reprimir su sorpresa: – ¿De verdad creéis que podría hacer algo así?
– Espero que no, aunque… no lo sé.
– Sería una gran imprudencia.
– Lo sé –Rhaella titubeaba levemente aunque aún sabía mantener la compostura–. Pero yo le amo, le quiero, y tanto mi abuelo como mi padre se casaron por amor. Incluso mi tío Duncan ha rechazado la corona por una muchacha de baja cuna… Mi abuelo se molestó por ello, pero no le ha obligado a nada. ¿Por qué no podría casarme yo con Ser Bonifer?

Los ojos de Rhaella brillaban de pura emoción. Estaba realmente ilusionada con ese tema. «Se la ve tan feliz».

– Puede que tengáis razón, mas no creo que pedir vuestra mano en un torneo sea la mejor idea. Debería ser más discreto.
– Sí, eso es cierto. Espero poder verle antes de que cometa alguna locura.

Joanna asintió y tomó con delicadeza una de las manos de Rhaella entre las suyas, notándola temblar ligeramente–. Estáis nerviosa, ¿verdad?
– Sí –murmuró la princesa.
– Queréis mucho a ese joven, se os nota.
– ¿Tanto se me nota? –Preguntó la chica, preocupada y sonrojada, algo que hizo sonreír a Joanna. «Parece una niña pequeña».
– Sobre todo cuando le veis –contestó–. Os ruborizáis y sois incapaz de mirar a otra persona que no sea él.
– Oh –la princesa se llevó las manos a las mejillas, como si así pudiera borrar su sonrojo–, tendré que controlar más mis emociones. No quiero que todos se percaten de…

Alguien llamó a la puerta, por lo que Rhaella no pudo terminar la frase. Joanna se levantó y esperó la aprobación de la joven para abrir la puerta.

– Buenos días, Lady Joanna –saludó Aerys con una sonrisa que habría embaucado a cualquier mujer.
– Alteza –saludó la joven Lannister a su vez, haciendo una reverencia y agradeciendo que sus cabellos dorados camuflaran levemente su rubor–. No es necesario que me tratéis con tal formalidad, solo soy una dama de compañía.
– También sois una Lannister de Roca Casterly, ¿no es así? –Preguntó el príncipe a la vez que entraba en la habitación.
– Sí Alteza, pero mi familia proviene de la rama cadete.
– Bobadas, es evidente que sois de noble cuna –dijo, volviendo a sonreír como antes, provocando que Joanna también volviera a sonrojarse.


«No entiendo por qué me pongo así cada vez que me sonríe. Aunque… al menos sé que no soy la única a la que le pasa».

Todas las criadas se mostraban fascinadas cada vez que los hermanos Targaryen caminaban por los pasillos de la Fortaleza Roja, mirando al príncipe sin discreción alguna. Y aquella vez no iba a ser una excepción. «Es demasiado guapo y atractivo, quizás por eso me ruborice… Soy una mujer después de todo, es normal que me atraiga». Sus propios pensamientos la hacían sonrojar, por lo que mantuvo la cabeza gacha durante todo el camino, hasta que por fin salieron de la Fortaleza. Pero Rhaella volvió a llamarla antes de que ésta entrara en su carruaje.

– Joanna, mirad, ¿no es esa la bandera de vuestra casa?

La chica miró en la dirección que le indicaba la princesa, y pudo verificar con alegría que ella tenía razón.



– Alteza, ¿puedo ir con ellos al torneo? Lo más probable es que sean familiares.
– No creo que sea buena idea –contestó Aerys al momento.
– ¿Por qué no? –Preguntó su hermana–. Es su familia y seguro que están deseando verla.
– ¿Y si no lo son? –Volvió a cuestionar Aerys, esta vez con una mayor seriedad, como si estuviera molesto.
– Estoy segura de que lo son, Alteza –dijo Joanna, suplicante–. Tengo esa corazonada.

Aerys quiso volver a replicar, pero fue su hermana la que contestó: –Id con ellos –dijo con amabilidad.
– Muchísimas gracias, Alteza.

Joanna hizo una leve reverencia antes de girarse y caminar hacia aquel lugar dónde las banderas rojas se acumulaban. La joven escuchó cómo el príncipe Aerys gritaba con rabia algo que no llegó a entender. «Parece que se ha enfadado mucho por esto. Espero que la princesa no tenga problemas por mi causa».

Empezó a caminar cada vez más rápido, ansiosa por ver de nuevo a su familia, aunque aún no podía asegurar que aquellas personas fueran sus familiares. «Tienen que serlo, seguro».

Cada vez estaba más y más cerca, logrando distinguir al fin aquellos cabellos dorados entre toda la multitud que había allí congregada. «Cabellos rubios y ondulados. Son Lannister de Roca Casterly». Sonrió sin poder evitarlo. Iba cada vez más rápido. Quería verlos… necesitaba verlos.

Alguien tomó su mano de repente, incitándola a girarse. Cuando lo hizo, sus ojos verdes se abrieron con sorpresa al comprobar quién era el chico que la había parado. Una nueva sonrisa cargada de ilusión se dibujó en su rostro.

– Stafford, hermano –la chica se lanzó a sus brazos, abrazándole con fraternidad.

– Me alegra verte de nuevo –dijo Stafford mientras la abrazaba–. Te hemos extrañado mucho, hermana.

8 comentarios:

  1. alskhddkslakdhdksks Ya estaba yo esperando que se encontrara con Tywin, pero queda menos :3 Muy buen capítulo, con ese Aerys celoso... Pobre Rhaella.

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    1. Creo que muchas hemos pensado en Rhaella al leer este capítulo.

      En cuanto al encuentro con Tywin he sido un poco troll xD Pero ya queda menos.

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  2. ajhdkajhsdkajhsdkh!!!! ¡¡Por los Siete!! Estaba hasta nerviosa esperando que se encontrase co Tywin, pero no jaja Necesito momentazo de ellos, ¡¡pero ya!! xDDD

    Aerys cada vez me pone más nerviosa....miedo me da...

    ¡Me ha encantado el capi! Cada vez estoy más enganchada a la historia ^^

    Pd: Acabo de mirar a Ser Bonifer en la wiki, no me acordaba para nada de él xDD

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    1. Como le dije a Athena, he sido un poco troll al retrasar el encuentro con Tywin. Pretendía precisamente eso, que estuvierais nerviosas esperando su llegada y luego nada. Espero que no os hayáis acordado de mi familia en ese momento, jajaja.

      Me alegra que estés enganchada a la historia, eso significa que no debo hacerlo mal xD

      P.D.: ¡Te spoileas a ti misma! jajaja

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  3. Fff!! me he quedado con las ganas de ver a Tywin V.V

    Magnifico capitulo!! ;)

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    1. Lo sé, soy mala por no haber puesto a Tywin xD

      ¡Muchísimas gracias! ^^

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  4. Me ha gustado un montón, pero no quiero que se fije en Aerys que está loco como una maraca. Y me ha encantado leer de Duncan porque estoy con el comic de "La espada leal" y sale, me muerooooooo que guapada.

    Y vienen los Lannister y va a volver a ver a Tywin, necesito ese encuentro YA para ponerme a fangirlear y que se casen y tengan a Jaime y Cersei, pero más a Jaime.... ¿Ves? ya me he emocionado y me voy tropecientos capítulos para adelante jajajajajajaja

    Voy a por el próximo!!!!!!! AAAAAHHHHHHHH

    Cristina ;)

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    1. Es que Aerys es muy guapo y es difícil no sentir una mínima atracción por él jajajaja. Aún así, en esta época Aerys no está loco, simplemente se enfada con facilidad (como acaba de pasar en este capítulo).

      Yo también me leí los libros de Ser Duncan y me encanta escribir sobre él en esta historia, es un personaje que adoro.

      Jajajaja, ya lo creo, para que nazcan Jaime y Cersei faltan unos cuantos capítulos aún xD Pero sin duda ése será un momento muy bonito *_*

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